Ante la innegable gestación de la crisis económica más devastadora de los últimos tiempos(1), los sectores económicos han tenido que innovar en su gestión reputacional a nivel interno y externo, así como en idear planes sostenibles que rescaten al sector.
En el caso particular de México, el sector privado se encuentra en una situación de completo abandono por parte de las autoridades, quienes si bien han ayudado a las microempresas con pequeños préstamos, han dejado a su suerte a los sectores que más empleo generan en el país.