E S C R I T O P O R : D E F E N S A D I G I T A L
No existe nada más placentero que poder disfrutar de un viaje sin ataduras que puedan condicionar las opciones de las experiencias por vivir. Se tiene total libertad para decidir lugares, horarios, tiempos de estadía siguiendo la conexión que se haya podido establecer con un momento particular que resultará ser el motor de lo venidero, con los recursos que se tienen. La espontaneidad, la creatividad y la imaginación hacen de lo suyo.

El lado opuesto de la improvisación es
la planificación
La planificación es la acción donde hay una organización, un método y una estructura dentro de un tiempo y espacio establecidos. Hay una expectativa de resultados que probablemente se den pero que dependerá de la toma constante de decisiones para llegar a un objetivo. Pareciera que ambas facetas son excluyentes cuando en sí son complementarias; al tener una planificación es más fácil poder aventurarse a improvisar debido a que el ejercicio anteriormente mencionado ya ha identificado con cuáles recursos cuenta (por ejemplo, humanos, técnicos, logísticos, tiempo, financieros, físicos, legales), agilizando la toma de decisiones cuando no se esperaba tener que hacerlo. Es interesante entender que la improvisación es una característica de las personas creativas, no así de quienes prefieren la disciplina y las normas, y que en un plan de manejo de crisis ambas pueden estar en equilibrio para no quedarse congelado ante un evento fortuito o, lo que es peor, tomar una decisión sin pensarla. Si no se tiene un enfoque proactivo a través de un plan de acción previamente concebido entonces la improvisación sí es un problema, es reactiva y no suma para hallar la solución.
Indudablemente los tiempos han cambiado, las empresas que antes no consideraban necesario tener planes de contingencia resulta que hoy lo deben hacer si su objetivo es contar con una organización saludable que pueda responder adecuadamente ante una emergencia con decisiones que visualicen las áreas vulnerables y que conozcan los procedimientos de comunicación efectivos para cada caso en particular. Representa un gran valor el que la organización tenga dentro de su estructura un grupo de personas cuya función sea ofrecer consejos y
recomendaciones sobre un tema en particular para así instruir y capacitar a otros para tomar decisiones futuras, pero también existe la opción de contratar una asesoría especializada que lo haga, que pueda proporcionar su conocimiento en un área puntual y así no tener que crear un departamento para ello. La inversión en la solución de los problemas a través de cualquiera de las dos posibilidades ya mencionadas siempre será menor que las pérdidas tangibles e intangibles que se deriven de una crisis mal manejada.

El tiempo es oro, las empresas quieren emplearlo en trabajar su propio negocio y deben hacerlo sabiendo manejar las situaciones difíciles cuando se presenten. Nadie está libre de una crisis y la mejor manera de administrarla es anticiparse tomando precauciones para fluir con ella, improvisando en su justa medida. Podemos apoyarle en la elaboración de los planes de manejo de crisis a través de nuestra asesoría, así usted hará lo mejor que sabe ¡ser más exitoso!
¿Planificar o improvisar?
YA USTED TIENE LA RESPUESTA